No sabes porque, era como si solamente te dejaras llevar instintivamente. Empieza con un "Si voy a ir", porque es una tarde soleada y termina con vos renunciando a tu trabajo.
15 de agosto de 2014 · 3 minutos de lectura
He hecho algunos sacrificios a lo largo del camino, pero realmente no los veo como sacrificio, porque es justo lo que quiero hacer. Así que es como lo que hago en mi tiempo libre. Está totalmente integrado en mi vida y no es por casualidad.
Observa mis manos. Son las manos de un albañil de 80 años de edad. A lo que me refiero es que la gente no suele tener las manos así. Sin darme cuenta introduje todo lo que hago dentro de esta actividad. Todo se trata de que tan poco puedo trabajar, que tanto puedo ahorrar y cuanto puedo escalar. Es el compañerismo, el tiempo en la carpa, cuando tenes que ser más abierto que nunca. Las amistades más cercanas que he hecho son el resultado de la escalada. Todas las decisiones que he tomado fuera de la escalada son para facilitar el escalar más. Me despierto pensando, trabajo todo el día pensando y me quedo dormido pensando en esto. Probablemente lo pienso mientras duermo. Tengo una camioneta porque puedo dormir atrás, trabajo para poder escribir sobre cosas de escalada y vivo para poder escalar en roca.
Es la habilidad de subir y apreciar el primer rayo de luz en la cima del olimpo o al final del día, hacer los mismos largos una y otra vez. Mis amigos, el lugar donde vivo, donde estudio, los trabajos que tengo, mis vacaciones todo gira alrededor de la escalada.
¿Si quiero escalar más? Por supuesto.
Cuando tienes proyectos, sueñas con ellos, los piensas todo el día. Básicamente todo lo que he hecho está relacionado con la escalada de alguna manera. Simplemente es quien soy y lo que hago. Despierto, desayuno y paso todo el día escalando en la montaña. Me voy a dormir temprano, porque estoy cansado y porque volveré al día siguiente.
Siempre seré escalador, no tengo alguna duda al respecto.