He tenido la oportunidad de explorar las múltiples facetas del rol detrás de un producto. Quiero compartir mi experiencia y reflexionar sobre lo que significa realmente ser ingeniero de producto en el dinámico mundo de la tecnología.
30 de mayo de 2024 · 2 minutos de lectura
Mi trayectoria profesional como desarrollador y product manager ha estado marcada por la innovación y la adaptabilidad. He trabajado en diversos proyectos, desde aplicaciones de software hasta sistemas complejos de hardware. Cada proyecto ha implicado una mezcla de habilidades técnicas y estratégicas, permitiéndome entender tanto el desarrollo como el mercado.
Siempre me he dedicado a desarrollar productos, lo hacía de forma inconsciente y no fue hasta los últimos años que me di cuenta de que se podía convertir en una profesión. Esta realización cambió mi perspectiva y me permitió apreciar más profundamente el rol de gerente de producto.
Una de las mayores reflexiones que he tenido en mi carrera es la constante tensión entre la necesidad de sacar un producto rápidamente al mercado, para probarlo y la lucha interna por perfeccionarlo antes de su lanzamiento. Aquí es donde entra en juego el concepto de MVP (Producto Mínimo Viable).
Tener un producto entre manos implica mucho más que simplemente supervisar el desarrollo. Es un rol que requiere visión, adaptación y una comprensión profunda del mercado y de los usuarios. La realización de que lo que siempre había hecho de manera inconsciente y que podía ser una profesión, fue reveladora y me motivó a seguir perfeccionando mis habilidades en este campo.
Estoy entusiasmado por seguir aportando en este campo y abierto a nuevas oportunidades que me permitan seguir creciendo y aprendiendo. Espero que esta breve mirada a mi experiencia y perspectiva sobre el rol de gerente de producto te sea útil.