Hasta acá llegó el envión que traía. No se puede pilotear mucho más. El piano marca el límite y si se intenta ir más allá se pone en juego la solides de las bases con la que uno siempre quiso trabajar.
30 de noviembre de 2011 · 1 minuto de lectura
Lo difícil de trabajar con estándares de calidad elevados (comúnmente "europeos") es volver a conseguirlos una vez perdidos. Acostumbrado a un determinado nivel, se vuelve cotidiano y no se nota la diferencia. Pero cuando por alguna causa se conocen los niveles inferiores, pasan a sobrar recursos por todos lados y eso genera que los factores se relajen. En un principio no está mal, relajarse un poco, pero la esencia en la forma de trabajo queda grabado a fuego en el interior y cuando uno lo quiere reproducir desde las capas inferiores se vuelve muy difícil. No queda otro camino que volver a recorrer los pasos para volver a obtener los estándares con los que uno anhela trabajar.